Sigo con rehabilitación y hielo. Estiro todo lo suficiente y además los antiinflamatorios de rigor, pero parece que aún no es suficiente.
Esta semana he podido realizar buenas sesiones de elíptica sin dolor y he doblado en el gimnasio. Hoy he probado correr 20 minutos y no ha podido ser sin dolor…
Intentamos por todos los medios evitar la infiltración.
Qué duro se hace no poder correr, hoy esos 20 minutos me han sabido a gloria y al menos psicológicamente me vienen al pelo. Sentir de nuevo como se tensan los tibiales y los cuádriceps, comprobar cómo la respiración es distinta e incluso la forma de sudar no es la misma; sentir que las endorfinas vuelven a activarse. En fin, nada sustituye la carrera, ningún ejercicio físico es comparable para mí, de ahí que lo paso tan mal.
Estoy entrenando y no pierdo la esperanza, de alguna manera sigo alimentándome para el futuro.