Esta semana ha tenido de todo. Los doblajes de siempre y la visita a Toledo para entrenar con Ignacio, tan fabulosa como todas las anteriores. Esa vereda del río Tajo es realmente una senda para disfrutar de los rodajes, está perfectamente compactada y muy llana. En Talavera seguimos tocando pista y he de mencionar varias cosas al respecto. Quizá un ejemplo lo diga todo: el viernes tuvimos series de 400 y un 1.200 de regalom con Juanan trabajando desde las siete de la mañana a turno partido y saliendo a las nueve de la noche.
Son increíbles las ganas que le pone mi guía para entrenar conmigo a las nueve y media en la pista de atletismo, sin luces, sin gente y con la única presencia de mi entrenador. Con esta situación estaba claro que ese entrenamiento tenía que alimentar y así fue.
El martes era el día del 3.000 que se organizó para que pudiera medir cómo estaba de forma. Aprovecho la ocasión para dar las gracias, una vez más, a los siete atletas que participaron en la prueba, a sus entrenadores y a la gente que fue a vernos. El día no acompañó con la climatología pues cayó una de mucho cuidado. La pista estaba encharcada, hacía muchísimo frío y viento, pero todo el mundo estuvo allí. Salimos muy lentos en el primer mil, quizá por el tiempo, muchísimo frío y viento; pero todo el mundo estuvo allí. Enseguida se puso a tirar de nosotros Valle, un buen atleta de Talavera y, claro, teniendo liebres así da gusto. Realmente, no tengo palabras para agradecer a todos este fantástico gesto. El 3.000 salió muy bien y acabamos muy fuertes. Llegamos los terceros, aunque la posición es lo de menos. También me gustaría tener un agradecimiento especial para mi club que no se quiso perder la prueba y estuvo apoyándome con la presencia de su técnico, Yolanda. Un gran apoyo para mí.
Ayer hice unos 500 muy rápidos y esto me da confianza para afrontar el Campeonato de España de Comunidades de este fin de semana en Murcia.
Aún queda mucho por hacer, pero creo que vamos en la buena línea.
