Este año he tenido la suerte de encontrarme con dos excelentes personas. Se trata, ni màs ni menos, que de mis dos guías: David Magan y Anvi Criado. El primero es natural de La Puebla de Montalban y el segundo, aunque es urdeńo, vive en La Puebla y es pueblano como el que más. El caso es que, por estas circunstancias, he tenido el honor de ser invitado a su gran San Silvestre.
La ilusión de ir a correr esta prueba me hizo realizar unos entrenamientos bastante buenos para coger algo de chispa en las piernas y tambien me sirvió para coger un trancazo considerable. Toda la semana con fiebre y una bronquitis aguda no iba a suponer mi renuncia a estar allí con mi amigos. La carrera se disputaba el sábado a las 4:40 de la tarde y yo el jueves andaba aún con fiebre. Mira que sienta mal no poder estar al cien por cien, pero peor no poder ir!
Vino a buscarme mi amiga Yolanda a Talavera y partimos hacia La Puebla con mucha ilusión y ganas de darlo todo, como se suele decir. Cuando llegué zona de la carrera no me imaginaba la que me tenían preparada los amigos de los Runners San Miguel y prácticamente todo el pueblo.
Pronto escuché al speaker anunciar mi presencia, lo que empezó a darme vergüenza, prefiero pasar desapercibido, no me siento nada del otro mundo. Estaba todo preparado, así que nos pusimos a calentar y dimos una vuelta por el circuito para hacerme una idea . El circuito se presentaba bastante rápido y eso me animó más aún.
El encargado de llevarme por las calles de tan bonita localidad era el gran David Magan. Una vez más prefirió llevarme a mi que ganar en su pueblo, además se inscribió como no local para no optar a ningún premio como local. Anvi, por su parte, salió a disputar la carrera con los otros runners y con el gran Montero.
Se dio la salida y aunque lo hicimos en primera linea, todavía nos queda mucho por mejorar y creo que es la vez que me ha dado más miedo. David se paró, pues la gente salió disparada y él no se atrevió a seguir por precaución. Al final nos arrollaron . Hay que salir más rápido y sin miedo le dije a la postre, pero ya lo ensayaremos bien.
En la segunda o tercera curva volvimos a tener otro gran problema y es que había uno o dos coches en medio de la calle, se hizo un tapón y me tuve que parar en seco y a la velocidad que íbamos… En fin, que desistí de correr hasta pillar una recta.

El ganador de la carrera absoluta fue David Salinero. Pero lo bueno, vino después. Los runners me hicieron entrega de su traje de competición en un acto emocionante en el que además el alcalde me obsequio con una caja de mazapanes que no os podéis imaginar lo buenos que están. En fin, muerto de vergüenza , pero con el gran cariño que me mostró todo el pueblo, guardaré este recuerdo en mi corazón como uno de los tesoros que me ha dado este deporte.