martes, 4 de octubre de 2011

Gestos y días felices

Hoy ha sido un bonito día. Se corría la Media Maratón de Talavera, mi ciudad, y cientos de corredores tomaban la salida, cada uno con su ilusión particular. Día ventoso y no muy agradable, pero con bastante expectación. Yo no corría, aunque sí lo hacía muchos amigos y para mí la ilusión era verlos conseguir sus objetivos.

Por un lado, los hermanos Núñez, Javi y Antonio, que están muy fuertes y así lo demostraron entrando en primer y segundo lugar con poco más de 1:06:20 Javi y algo menos Antonio. Vanesa Veiga intentó batir el record de la prueba, pero la semana pasada tuvo fiebre y esto hizo que se desbaratasen sus planes. Aún así, fue la primera en cruzar la meta en chicas. Buena carrera también de Pedro Santos y Paco Navidul.

Por el contrario, mal día para David Rodríguez, mi entrenador, que se tuvo que retirar por una fuerte contractura a pocos kilómetros de la salida. También día malo para Araujo, gran corredor de esta ciudad que hoy no encontró sus mejores sensaciones y tubo que abandonar a mitad de la prueba. Otro día será, campeón. Muchos amigos más disfrutaron en las calles y consiguieron sus objetivos.


Me gustaría destacar el gesto de Manuel Tornero, corredor catalán que está realizando una bonita labor y es que se ha empeñado en que este, el Día de Reyes, no le falte un regalo a cada niño que esté hospitalizado. Para ello, ha hecho unas camisetas solidarias y las va vendiendo por las carreras populares de toda España. Todo el dinero que consiga irá destinado a hacer realidad este bonito proyecto que estoy seguro que encontrará, en los corredores populares, el apoyo y la colaboración del más alto nivel.

Ya es la segunda o tercera ocasión que pierdo la oportunidad de correr en mi ciudad. Estoy deseando hacerlo, pero las circunstancias me lo impiden cada año. Mi guía lesionado, de todas formas yo me estoy poniendo muy fuerte, tengo la cinta de correr que hecha humo, nunca la he puesto a tanta velocidad.

La cinta está colocada en el balcón de mi casa que da a una placita donde hay un supermercado y justo enfrente, a unos cincuenta metros, hay otro bloque de viviendas. Cuando entreno, siempre lo hago con los cascos del Iphone puestos por dos motivos: uno, para motivarme con la música; y otro, por que me da vergüenza salir al balcón. Cada vez noto que más gente se asoma a las ventanas, los niños dejan de jugar en el parque por unos momentos y miran hacia arriba, algunos vecinos de enfrente salen a comer al balcón y yo creo que dirán: “¡este tío está loco!, o algo así. El caso es que no se ríen de mí, pienso que tal vez se motivan viendo el esfuerzo que hago a diario porque si no, no es normal. Son siempre los mismos vecinos y se pasan todo el tiempo el entreno ahí mirando. En alguna ocasión viene y me lo cuenta mi mujer que observa desde otra habitación el panorama. Ya lo tengo asumido, pero al principio me moría de vergüenza y, en alguna ocasión, me esperaba a la noche. La verdad es que debe ser un espectáculo ver a un ciego poner la cinta a 24 km por hora para las diagonales o verlo hacer los cuatrocientos a 1:04.

Creo que estoy empezando a correr rápido, nunca he sentido mis piernas moverse a tanta velocidad, ni he notado este tipo de fuerza. Poco a poco me voy haciendo al medio fondo, aunque me queda mucho y esto son sólo entrenamientos en cinta que luego hay que refrendar en tierra firme. De momento, lo importante es la sensación y las ganas que le estoy poniendo. Sólo me queda esperar la mejoría de mi guía y poder desarrollar toda esta potencia con él.

Menos de un año para Londres y con todas las esperanzas puestas en nuestro trabajo, espero que vayan dando resultados pronto. Seguiremos trabajando y luchando por mi sueño. Este año olímpico vamos a dar todo lo que tenemos, tanto mis compañeros como yo, para ir a esos Juegos y hacer un buen papel representando los valores que tenemos todos los atletas que formamos la Selección Española Paralímpica de Atletismo. Somos un gran grupo y esto nos da alas para en unos casos superar las lesiones, en otros los bajones cuando no salen las cosas y en muchos otros contar con el apoyo y las felicitaciones de los compañeros cuando las cosas salen bien.

Formamos un buen equipo y aunque estemos separados por muchos kilómetros, cada uno de nosotros sabemos lo que están haciendo los demás para apoyarnos y luchar todos juntos por nuestros objetivo que no es otro que el de traer los máximos metales para nuestro país y dar ejemplo de sacrificio, coraje, voluntad, esfuerzo, superación, amistad, felicidad y orgullo.